Si quieres que se diga cualquier cosa, pídeselo a un hombre. Si quieres que se haga algo, pídeselo a una mujer.
La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.
La aprobación es una cosa arbitraria, la belleza es algo más real e independiente del gusto y de la opinión.
Morir es la cosa más embarazosa que puede suceder, porque alguien tiene que cuidar de todos sus detalles.
El hombre prudente sólo piensa en sus dificultades cuando ello tiene algún objeto. Cuando no, piensa en otra cosa.