Detrás del éxito hay algo terrible. Los italianos lo perdonan todo: los ladrones, los asesinos, menos el éxito.
Hay algo reprobable en mostrarse demasiado cariñoso cuando uno se va, como para que lo echen de menos.
De la fortuna depende la mitad de nuestras acciones, pero nos deja dirigir la otra mitad o algo menos.
La fatalidad no pesa sobre el hombre cada vez que hace algo; pero pesa sobre él, a menos que haga algo.
No merece la pena morir en un salto. Pero al menos matarse saltando desde la estatua de Jesús tiene algo de gloria.
Es el mejor de los buenos quien sabe que en esta vida todo es cuestión de medida: un poco más, algo menos.